lunes, 24 de agosto de 2009

desde las alturas


Hay veces que me siento absurda llegando tarde a los sitios. Hay veces que cierro los ojos y te veo de frente, callando que te mueres de ganas por besarme. Hay veces que vuelvo a lugar donde todo terminó…y nada de eso sucede. Hay veces que pasas por mi lado y te susurro “hoy he soñado contigo” pero estás demasiado lejos. Muchas veces tengo miedo y volamos…y no me atrevo a decirte nada.

Hay veces, muchas veces, que prefiero un trocito de estrellas contigo al universo entero. Me gustaría no conocerte y sentir esa mirada sobre mí…hay veces que te pondría contra la pared para no besarte.

Hay muchas veces que un camino de velas me parece poco si es para ti. Cuantas veces he deseado llegar a deshora, si es contigo. Hay veces que sueño que fuiste tú quien se baño conmigo en la playa de noche, que fuiste tú quien secó mis días para convertirlos en madrugadas, para hacer que una mirada fuera un mundo, y el mundo entero fuera poco visto desde lo más alto…muchas veces tengo miedo de necesitarte demasiado. Hay veces que desahucio mi corazón para olvidar tu respiración sobre mí.

A veces recuerdo un abrazo roto y el futuro se me hace más liviano, con un sabor dulzón y absurdo que vuelve a recordarme quién era yo cuando te ponía contra la pared. Hay veces que prefiero un trocito de estrellas contigo al universo entero.
Podría pasarme días diciendo como hubiera sido el amor que no me diste, echando fotos a las sonrisas q no me regalaste…podría dibujar cada centímetro de tu piel con los ojos cerrados y podría pasarme años pensando que será tu mirada lo que me encuentre del otro lado. Y ahora estoy perdida.

Pero espérame cuando estés desesperado, espérame y piensa que fui yo quien te enseñó al mundo a través de un blanco viaje, porque todavía hay muchas veces que te veo en los espejos y te encuentro en cada esquina…aun hay veces que me siento en el andén, por si en alguna parada vuelvo a conocerte, mientras el cielo sigue en su lugar.

Hay veces que me despierto de madrugada abrazando el hueco de un sueño que se ahogó sin saber porqué. Hay veces que moriría por abrir la puerta y ver tu cara del otro lado….hay veces, o una sola vez, que una carretera abandonada y un coche sin gasolina son suficientes para ser feliz…hay veces que sigo soñando que fue tu piel lo que siguió a mi lado cuando me despegué de la sal. Hay veces que sueño muy alto, para dormir cerca del suelo.

Hay veces que me siento absurda llegando tarde a los sitios, cuando se supone que ya no debería llegar.


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