Salta. Deja tu mente en blanco, siente
la música, y baila, baila como si nadie te mirara.
Olvida todo lo que hayas visto
hasta ahora, y recuerda, únicamente, que estás vivo. Levanta la cabeza y mírala
a los ojos, mírala, como si fuera la primera y la última vez. Sonríe a los
desconocidos y aunque llueva, muestra la mejor de tus sonrisas, tu sonrisa. No
deshojes margaritas, sabes que te quiere, huélelas, regálalas o ponlas en la
pistola que guardas bajo la almohada, esa que se llama pasado.
No temas a nada ni nadie, no
hagas caso al pesimismo, no creas en el azar, porque el mundo te devolverá
aquello que tú le des. El universo está demasiado ocupado como para confabular contra ti. Tú eres el propietario de tu buena suerte, aprende a
escucharla. Mírate en el espejo, gústate, es la única forma de gustar a los
demás. Aprende a esperar, déjate sorprender, y nunca pierdas la ilusión. Canta
fuerte y alto, llama a tu mejor amigo, disfruta de las pequeñas cosas del día a
día.
Ríete a carcajadas. Siempre habrá
alguien más guapo y más listo que tú, pero tú eres especial por ser quien eres.
Viaja mucho, conoce otras culturas, y olvida el patriotismo, sin olvidar el
amor a tu tierra. No temas actuar, solo te arrepentirás de aquello que no
hagas. Inténtalo, una y otra vez, siempre con las mismas ganas.
No olvides quien eres, de donde
vienes, pero ponte en el lugar del otro. Aprende a mirar con los ojos cerrados,
imagina, crea y persigue tus sueños. Sonríele a la vida, ella te sonreirá. Mata
al monstruo del armario, cómete las calorías, invítala a salir.
Aprende de los niños, conserva tu
inocencia, desayuna en la cama, y camina, camina porque paso a paso,
construirás tu propio camino. Piérdete por la ciudad, dile lo que sientes, y
recuerda, que nunca hay nada que perder. Escucha tu grupo favorito, párate a
pensar, reflexiona. Disfruta de tus amigos, no malgastes los pocos ratos que
tienes para pasar con ellos, porque la ciencia del tiempo puede ser muy relativa. Respira.
Recuerda los consejos que te
dieron aquellos que te quieren, y escucha a tu corazón, sólo tú tienes la respuesta
a todas las preguntas. No temas llorar, ni expresar tus sentimientos, es el
mejor regalo puedes darle a los demás. Disfruta del verano, del sol y de una
cerveza en buena compañía. No tengas vergüenza de nada, a veces somos nuestros
peores jueces. Aprende de los errores y acepta, que todos los cometemos.
El tiempo es efímero, los años
pasan, pero la única juventud está en tu mente, y en tu modo de sentir la vida.
Enamórate, no te obsesiones, confía en los demás, y si te defraudan, dales otra
oportunidad. Disfruta de los atardeceres, ya sea en la ciudad más bonita del
mundo, o en el pueblo que te vio nacer.
Comparte lo que tengas,
especialmente si lo que tienes son ganas de vivir. Recuerda que siempre serás joven,
solo tienes que desearlo. No seas orgulloso. Pide perdón. No te lleves el trabajo a casa, haz lo que te gusta
en tu tiempo libre. Llena las paredes de fotos, disfruta de tu soledad, aprende
de ella, y de ti mismo. Déjale una nota cualquier día, sin importar por qué. Di te quiero.
Escucha a tu interior. Di lo que
quieres decir. Y cuando vuelva la lluvia, ponte botas de agua para pisar los
charcos. No mires el reloj, olvídate del calendario. Y vive, vive, como si
fuera el último día de tu vida. Porque hoy nunca volverá.
Salta, es el momento. Y recuerda,
deja la mente en blanco, siente la música, y baila, baila como si nadie te
mirara, porque da igual que tengas 25, 35 o 45 años, el jodido horizonte
siempre será inalcanzable para todos, solo es cuestión de intentarlo.
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