miércoles, 1 de diciembre de 2010

matemáticas estériles

Tengo 4 problemas: el primero se llama tiempo, el segundo distancia. El tercero tiene que ver conmigo, y el cuarto, el cuarto creo que lleva tu nombre.

Tengo diez llamadas en mi teléfono y trescientos mensajes en el buzón. Después de ello, doscientas excusas inútiles para darte.

Tengo tantos recuerdos contigo que los cajones explotan, y me mancho las manos de mi propia felicidad, desgastada, de tanto mirarla pegada en mis paredes. Paredes, eso es lo que tengo, paredes llenas de poemas rasgados, por la dilatación de la distancia, y por lo corto que ahora me parece el tiempo.

 Tengo tanto, tanto miedo, que a veces  me escondo de mi misma, y rompo los espejos, y me quedo ahí, con mi yo más distorsionado.
Tengo tantas ganas de ti que te llevo lejos, extrañando cada recoveco, intentado recordar cada curva, buscando aquella por la que caí a un abismo absurdo.

Tengo tanto, tanto miedo, que te pierdo y te gano, como si todo fuera tan estéril como el mundo del resto.
Tengo dos manos, y un solo corazón, que rabian, que grita, que el frío escuece…

Tengo tanto que no tengo nada. Y ahora que me creía en la cima, veo que queda mucho por andar. Tengo tantos caminos a mi espalda que no sé si sentarme a descansar, o dejarme llevar…quizás lo mejor sería no asfixiarme, quizás debiera respirar.

Tengo 5 problemas: el primero se llama tiempo, el segundo distancia. El tercero tiene que ver conmigo. El cuarto lleva tu nombre. Y el quinto, el quinto creo que lo olvidé cuando desperté un diciembre nevado.

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