café, suelo y frío

Siento que algo falla. Contigo.

La taza de café cayó al frío suelo. Frío. Se heló mi sangre, y con los músculos agarrotados intenté encontrar una contestación. Pero los dedos no respondían, mi mente abandonó mi cuerpo, que ahora temblaba, escribiendo en código morse poemas olvidados, palabras asfixiadas, letras desarropadas una noche de noviembre. No podía escribir nada coherente, yo, que siempre había encontrado refugio en las palabras, traidoras, ahora me habían abandonado. 

Algo fallaba, era cierto, en el fondo yo también lo sabía, pero creía poder mantener todo bajo control, al menos durante un tiempo. Miré mi rostro en el espejo, jodido espejo, mi cara reflejaba cansancio, restos de maquillaje aún por eliminar. No me gustan los espejos, pensé, me miré de nuevo, y recordé aquellas cinco palabras. Por un momento creí encontrarte en algún lugar de aquel absurdo cuarto, creí ver tu figura tras de mí, de pie, tus manos envolviendo mi cintura, y tus labios suavemente besando mi cuello. Caminé, lento, hacia la cama, ahora lo que fallaban eran mis rodillas, caí, junto al café, y pensé en ti, en mi, en Adriana, y en los besos que no te di cuando tuve oportunidad. 

Algo fallaba, y tenía la jodida sensación de que era mi caos, esa jodida espiral que a veces me envuelve. Recordé, cuando dormíamos juntos, cuando sonaba el despertador y saltaba de la cama. Tú, siempre, pedias 5 minutos más, maldito perezoso. Recordé como te dabas media vuelta y dormías un rato, placenteramente. En el fondo me encantaba, me divertía saber que boca arriba, pasabas las noches, contando las 2069 motas de gotelé del techo, acariciando mí pelo, besando mi frente, creyendo, que entre mis espasmódicos sueños nunca descubriría que no dormías por las noches, que eras feliz disfrutando de aquellos momentos de paz, y de tus cinco minutos más. 


Y ahora algo fallaba, quizás, el problema fuera que dormías demasiado, quizás el suelo ahora fuera excesivamente frío, y estuviera manchado de café o el nuevo techo tuviera 2068 motas y eso te supiera a poco. Aun no lo sé.

Pasé toda la mañana buscando una respuesta. No la encontré.